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Aplicar el sentido común en la convivencia del día a día
Está claro que el primero de los consejos para el mantenimiento de la limpieza en una comunidad de vecinos es usar el sentido común. No estamos en nuestra casa, estamos en un espacio compartido y, por ello, debemos comportarnos con educación y mostrar respeto por las instalaciones. ¿Tirarías una colilla en el suelo de tu salón? Pues lo mismo se debe aplicar a las zonas comunes de tu edificio. Hay aspectos que se nos escapan como la suciedad que se lleva en los zapatos o las pelusas que se pueden ir acumulando en las esquinas procedentes de abrigos o bufandas, pero otros como papeles en el suelo, chicles o colillas están en nuestra mano para evitarlos por completo. Como ya comentamos, estas acciones son una muestra de incivismo y escasa solidaridad con los cohabitantes del edificio, por lo que, de darse, una buena solución sería la colocación de papeleras en las escaleras.
Cumplir el horario de recogida de basuras
La basura que se genera en los hogares es un foco de suciedad que puede afectar a la salubridad del edificio. Generalmente en los edificios de las grandes ciudades se establecen unos horarios de recogida de basuras. Se deben cumplir escrupulosamente para no condicionar la limpieza de las zonas comunes. Los contenedores o la recogida suelen estar fuera del edificio o en una zona específica, por lo que, depositándola en los horarios convenidos, la basura nunca se deja dentro de las instalaciones. En caso de que la bolsa de basura vaya goteando y deje manchas en el ascensor, escaleras o en el suelo, se debe tener especial cuidado y, haciendo gala del civismo del primer consejo, limpiarlo para evitar problemas de salubridad. Además, la basura puede provocar malos olores que pueden llegar a quedarse en el ambiente por gran franja de tiempo y llegar a ser realmente molestos.
Cuidado de cristales, espejos y ventanas
Las superficies acristaladas son un imán para las huellas y las manchas. Tanto en puertas con cristales, en los ventanales de las escaleras o en los espejos del ascensor, es conveniente evitar plasmar nuestras manos para no comprometer la limpieza de las instalaciones. Lo ideal sería que la comunidad estuviera compuesta por materiales de fácil limpieza, pero muchas veces prima lo estético por encima de lo funcional o puede que ya sea tarde para el cambio. En ese caso, un mínimo esfuerzo conjunto de todos los vecinos puede marcar la diferencia de una comunidad limpia y saludable. Es cuestión de pequeños actos como no empujar la puerta de cristal del portal con la mano o como manipular las ventanas por los sitios destinados a tal fin para no dejar huellas o restos.
El día a día en el ascensor y las escaleras
El ascensor y las escaleras en un edificio son elementos muy importantes en el día a día de una comunidad de vecinos ya que todos ellos los usan varias veces a lo largo de una jornada en los desplazamientos dentro del edificio. La limpieza y el correcto mantenimiento de ambos reflejan una comunidad limpia al ser zonas de obligado trasiego para los habitantes del edificio, pero también es la imagen que perciben los visitantes cuando acceden a nuestro hogar. Es necesario respetar las instalaciones y hacer un correcto uso de ellas, ya que de por sí, sus recovecos suelen atraer polvo y suciedad. Hay que hacer uso de las papeleras, nada de ir abandonando desperdicios y no mantener el orden en las escaleras. Si en las escaleras hay moqueta o alfombras, éstas van a coger gran cantidad de restos que llevemos en nuestro calzado, por lo que el uso del felpudo del portal del edificio será un gran aliado para que la suciedad no se aloje en las alfombras o moqueta de las escaleras.
Por otro lado, el cumplimiento de las normas de uso del ascensor ayudará a mantener su maquinaria limpia y esto contribuirá a su mejor funcionamiento.
Mascotas viviendo en el edificio
Por todos son conocidas las especiales condiciones que se deben reunir para poder tener una mascota a nuestro cargo pero además si esa mascota convive con otras personas en un edificio, estas condiciones deben ser cumplidas escrupulosamente. Entendemos que se da por sentado donde deben y donde no deben hacer sus necesidades las mascotas, estando también incluidas las zonas comunes de las partes exteriores. Hay factores sobre los que no se puede hacer nada, como la pérdida de pelos, pero si la mascota pierde pelo en exceso, por deferencia hacia nuestros vecinos, se puede dar una cepillada diaria al animal para minimizar esa pérdida y, así conseguir que las zonas comunes de las instalaciones reciban menos cantidad de pelo.
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Estancias cerradas de la comunidad
En una comunidad siempre existen estancias cerradas como el cuarto de contadores o el cuarto destinado para la recogida de basuras. En el cuarto de contadores la limpieza se puede espaciar un poco más en el tiempo ya que su uso es bastante ocasional. El cuarto destinado a la basura sí que se debe tener más controlada por temas de salubridad y la limpieza debe ser realizada con más frecuencia, desempeñada de modo más exhaustivo con productos desinfectantes y si en él se guardan los contenedores, esta limpieza debe ser realizada a conciencia. Un factor importante en las estancias cerradas de los edificios, como también puede ser el caso de los trasteros, es la ventilación, si no se dispone de pequeñas ventanas, unas rejillas para facilitar la corriente de aire en el interior ayudarán mucho. Este tipo de ventilación en estas estancias que permanecen mucho tiempo cerradas ayuda mucho a alcanzar sensación de limpieza al evitar que el aire del interior se encuentre cargado y el ambiente se haga pesado.
Existencia de patio de luces y terraza comunes
En bastantes edificios de viviendas hay patios de luces interiores y terrazas o azoteas comunes. El patio de luces puede llegar a ser foco de gran suciedad si no se está atento con su mantenimiento. Cae de cajón el no arrojar ningún tipo de desperdicio por las ventanas que dan al patio. Puede que, ocasionalmente, si se tiende la ropa en esas ventanas caiga algo. Se debe recoger lo que se tire y estar pendiente de que no se junte suciedad que forme tapones o atascos en los desagües que, por regla general, suelen situarse en los patios. Es una zona bastante propensa a albergar plagas, como por ejemplo de cucarachas, por lo que la limpieza periódica del patio de luces, sobre todo antes de los meses estivales, evitará la presencia de plagas. En el caso de terrazas o azoteas comunes también se debe mantener el orden. En muchas ocasiones estos sitios se usan para acumular enseres y demás objetos por falta de espacio en casa o en el trastero. Hay que tener cuidado con esto, ya que siendo cosas que apenas se usan, pueden llegar a albergar gran cantidad de suciedad.
Mantenimiento de la piscina de la comunidad
En comunidades de vecinos que cuenten con piscina, requiere especial atención la limpieza de la misma en el momento de su puesta a punto antes de la temporada veraniega. La limpieza del vaso debe ser completa, y a lo largo del período de uso, hay que tener especial cuidado con el entorno. El número de papeleras debe ser acorde con el número medio de usuarios, hay que facilitarles la tarea de deshacerse de los desperdicios, para que no les entre la duda de si abandonarlos o no. Es importante el tema de la comida y la bebida en la piscina y su entorno. La colocación de vallas alrededor del vaso evitará la caída de hojas, papeles y demás materiales en el agua y su entorno, lo que facilitará su limpieza.
Realización de obras en el inmueble
Si algún habitante de la comunidad realiza obras o reformas en su hogar, esto no puede comprometer la limpieza de las instalaciones comunes. En este caso se va a acumular polvo, restos de materiales, pisadas o manchas por toda la comunidad. Es responsabilidad de la persona que ejecuta las obras el que la limpieza comunitaria no se resienta, por ello debe de ocuparse de la suciedad que causen las reformas en el día a día e incluso cuando finalicen hacer una limpieza general antes de la vuelta a la normalidad. Para no generar trastornos a los vecinos se puede contratar los servicios de una empresa de limpieza para dejar todo a punto, sin que los vecinos se sientan afectados. Otro factor que se incluye en las reformas u obras es que se realicen correctamente las recogidas de escombros. Su traslado puede ser a través de sacos por el interior del edificio o por algún acceso creado en la fachada, en cualquiera de los casos, la limpieza de los posibles restos es esencial.
El garaje del edificio
¿Limpieza con una empresa especializada o con organización vecinal?
El contratar a una empresa para la limpieza de la comunidad o, por el contrario, dejarla pendiente de la organización vecinal, depende del número de habitantes de la misma. Cuando el número de vecinos no es muy numeroso pueden hacerse plannings de limpieza en el que cada uno aporte su granito de arena para conseguir tener un inmueble limpio.
Si el número de vecinos ya es importante, suele ser más difícil ponerse de acuerdo para quién realiza cada tarea. En realidad, en la mayoría de los casos se contratan empresas de limpieza especializadas en comunidades que se ocupan de la limpieza y bienestar del edificio, contando con máquinas especializadas, la experiencia propia y los mejores productos aptos para cada tipo de superficie. Es un modo de tener la limpieza al día y evitar problemas entre vecinos. Aunque se contrate a una empresa, cada persona debe poner un poco de su parte comportándose cívicamente y siguiendo estos consejos para ayudar al mantenimiento de la limpieza de la comunidad
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