Si a la limpieza doméstica, que es una tarea pesada y poco agradecida, le sumamos la limpieza pisos en profundidad, casi ninguno encontramos el tiempo y las ganas necesarias, por lo que habitualmente vamos acumulando la suciedad menos visible.
Las tareas que realizaban antes las amas de casa diariamente, para conseguir el mantenimiento de la limpieza del hogar, reducían la necesidad de realizar la limpieza pisos en profundidad, ya que además del barrido y fregado de suelos, se iban alternando tareas de limpieza más profunda de ventanas, lámparas, cortinas y tapicerías, alfombras, cocina, desempolvado de paredes, etc….
Actualmente la falta de tiempo, hace que las prioridades hayan cambiado, quedando muy poco tiempo o nada en el día a día para atender en profundidad la limpieza del hogar, que se reduce a pasar la aspiradora, fregar la vitro-cerámica, y de vez en cuando pasar un trapo para limpiar el polvo de los muebles, o limpiar más a fondo el baño.
Pero la limpieza pisos en profundidad, conlleva una gran cantidad de tareas, sobre todo si como hemos comentado, están habitados y sin mucho mantenimiento.
Nosotros como empresa de limpieza a domicilio contamos con una gran experiencia y toda la información de los pasos a seguir.
A continuación te contamos todos los procedimientos para conseguir una buena limpieza pisos en profundidad:
Antes de comenzar a realizar la limpieza integral de una casa habitada, lo primero será que te organices por habitaciones, y prioridad de uso.
Índice
Como hacer la limpieza de pisos en profundidad
1) Limpiar a fondo el salón, y dormitorios
Descuelga para limpiar estores, cortinas, o visillos, que deberás de limpiar en casa o en la lavandería especializada en limpieza en seco.
Puedes aprovechar para llevar los rellenos de edredones o colchas simultáneamente.
Tendrás que lavar cojines y fundas nórdicas como suelas realizar habitualmente.
Retira todos los objetos decorativos a otra estancia, para limpiar posteriormente uno a uno: cuadros, espejos, adornos, etc…
Utiliza una mopa con mango largo, para limpiar paredes y techo, como parte de la tarea de limpieza pisos en profundidad, comenzando por éste último, con pasadas de un lado a otro hasta limpiar toda la superficie.
Si se ensucia mucho tendrás que sustituir el recambio de mopa.
A continuación tendrás que limpiar lámparas y puntos de luz. La limpieza de bombillas debe de hacerse estando apagadas y frías, ya que de lo contrario pueden fundirse.
Con una bayeta humedecida en amoniaco disuelto en agua, se pueden limpiar los interruptores de luz, manivelas de la puerta, ayudándote a aclarar con agua templada que tendrás preparada en un barreño, aclara y seca.
Para limpiar el polvo de los enchufes puedes utilizar una brocha, pero cuidado, no usar bayetas húmedas en la parte interior de los contactos.
Ahora ya puedes limpiar el polvo de la puerta por las dos caras, sin olvidarte de los marcos y la parte superior, que es dónde se concentra mayor cantidad.
Realiza la misma operación con las puertas del armario por su parte exterior e interior. Si tienen espejo, quedará muy bien simplemente pasando un trapo de algodón cien por cien mojado con agua de amoníaco, aclarando con agua, y secando con otro trapo de igual material para que no deje pelusas.
Si tiene manchas, puedes utilizar un trapo humedecido con agua y vinagre de limpieza, aclarar y secar. También puedes usar spray limpiamuebles con una bayeta si tus puertas son de madera barnizada.
A continuación le toca el turno a las ventanas: que es una de las tareas más pesadas, en la limpieza pisos en profundidad, comienza siempre con las persianas bajadas, por la parte interior desempolva con la aspiradora, y después con un trapo humedecido en agua de amoníaco comienza a limpiar en el sentido de las lamas, siempre de arriba hacia abajo. Aclara y seca.
La parte exterior, es muy complicada de limpiar si no eres un profesional, así que probablemente esta vez quedarán sin limpieza, ya que la única solución es abrir la caja del tambor y desmontar.
Una vez realizada esta operación, desempolva el hueco exterior de la ventana y friega el alfeizar.
A continuación hay que limpiar los marcos, pasando una bayeta humedecida en agua de amoníaco, aclara la bayeta con agua sola y vuelve a pasarla bien escurrida, y termina secando con otro trapo.
Ahora ya puedes pasar a limpiar cristales, empieza por la parte interior, y siempre de arriba hacia abajo, como te hemos explicado.
Puedes utilizar alguno de los productos de limpieza comerciales, siempre aplicados con trapos de algodón y secados igualmente, o continuar con el agua de amoníaco, siguiendo el mismo procedimiento.
Con la boquilla de la aspiradora, limpia los bordes superiores de los rodapiés, y si ves marcas, elimínalas, limpiando con un paño humedecido en agua de amoníaco, aclara con agua la bayeta escurrida y seca.
También para hacer la limpieza pisos en profundidad hay que limpiar el polvo de los radiadores, ayudándote con la boquilla de la aspiradora, y si no es suficiente, puedes utilizar el plumero.
Para las ranuras más inaccesibles te puedes ayudar con una brocha fina y si presenta manchas, y siempre que no esté caliente y en funcionamiento, puedes recurrir a la limpieza humedecida con agua de amoníaco o una solución jabonosa, aclarando y secando posteriormente.
Por último tendrás que pasar la aspiradora para limpiar el suelo.
Si quieres que tu suelo de madera brille más, puedes utilizar una fregona o trapo bien escurrido en un cubo de agua con un chorro de vinagre de limpieza, que acabará de rematar la desinfección del suelo.
También puedes utilizar algún producto específico de los que se venden para la limpieza de parquet, tarima flotante y suelo laminado.
En moquetas, salvo que dispongas de una máquina de limpieza a vapor, el lavado se debe realizar con espuma en seco, o recurrir a uno de los servicios que prestan las empresas de limpieza.
Tras el fregado habitual de suelo porcelánico, puedes repetir la operación con uno de los muchos productos con ceras auto-brillantes apropiadas para estos materiales que existen en los comercios.
La limpieza de muebles dependerá del material.
Siempre tras la limpieza a conciencia del polvo, interior de cajones, y patas.
Si no sabes cómo limpiar los muebles lacados, no te preocupes, los puedes limpiar fácilmente con una bayeta humedecida en una solución de agua y jabón neutro, aclarando igualmente, y secando a continuación. Si deseas más brillo, puedes repasar con glicerina líquida, y secar frotando.
Para hacer la limpieza de muebles de madera, utiliza los típicos sprays con ceras y bayeta para madera.
¿Te está gustando el post? Compártelo en tus redes sociales!
2) Limpieza exhaustiva de Baños y aseos
Cómo hemos explicado en las otras habitaciones, comenzaremos por la limpieza de techos, y puntos de luz.
Para limpiar los azulejos del baño puedes usar una solución de agua y amoníaco sobre una bayeta, realizando tramos, desde la parte superior hacia abajo, aclarando después la bayeta en agua templada, repetir las pasadas, y posteriormente secar con trapo de algodón cien por cien.
Para limpiar las juntas de los azulejos, si están algo oscuras, puedes utilizar alguno de los productos comerciales para aplicar con un pincel fino, y posteriormente retirar con un paño. Si frotas bien conseguirás unos azulejos más relucientes aún.
A continuación tienes que limpiar la mampara de la ducha, para esto, puedes usar una bayeta impregnada con producto de limpieza de la vitro, por la parte interior, ayudándote con la manguera de la ducha para aclarar echando abundante agua, y secando después.
Por la parte exterior de la mampara, puedes usar limpiacristales, o agua con amoniaco, procediendo luego a su aclarado y secado.
Los sanitarios quedan perfectos con una solución de agua y lejía para su desinfección, o con alguno de los muchos productos comerciales.
Para limpiar el inodoro con restos incrustados en el fondo por la cal, vuelca un litro de vinagre de limpieza con el zumo de varios limones, y deja actuar el mayor tiempo posible. Después frota bien con el cepillo.
También puedes utilizar del mismo modo y dejando actuar todo el tiempo posible, alguno de los productos antical.
Para limpiar cristales y espejos, o interruptores y mobiliario, sigue los consejos que hemos citado anteriormente.
3) Limpieza en profundidad de la cocina:
Al igual que en el resto de las habitaciones, empezamos por retirar todos los adornos que pondremos fuera de la cocina, para limpiar posteriormente, y desmontar para limpiar estores, cortinas, o visillos.
Y ya puedes empezar a limpiar paredes y techos, siempre el techo primero, y siempre limpiaremos de arriba hacia abajo las paredes.
Para limpiar los azulejos de la cocina, no hay nada más eficaz que el amoniaco, pues a su efecto desinfectante, hay que añadir su poder desengrasante.
Otra opción es comprar alguno de los productos desengrasantes de cocina que se venden en los comercios.
Para poder limpiar el frigorífico, primero deberás desenchufarlo y sacar todos los restos de comidas.
Limpia en el fregadero con agua y jabón las bandejas y cajones.
Para el interior, puedes utilizar un barreño con agua templada añadiendo varias cucharadas de bicarbonato de sodio y unas gotas de zumo de limón natural, limpiando todo el interior con una bayeta mojada en ésta solución. Aclara con agua bien y seca.
Limpia la parte posterior de la parrilla con la aspiradora. Si aún quedan restos, puedes pasar una bayeta muy escurrida con agua de amoníaco.
Desenchufa de la pared lavadora, lavavajillas y retira para poder hacer la limpieza de tubos y parte posterior, igual que hemos explicado con la parte trasera del frigorífico.
Puedes limpiar lavadora y lavavajillas, y puerta del horno exactamente igual, acordándote de extraer el cajón del detergente, que puedes limpiar en el fregadero, y frotar bien los mandos de los aparatos con estropajo y agua de amoniaco.
Insistimos en la importancia de mover todos los electrodomésticos, para, además de realizar su limpieza posterior y superior, ya que siempre están bajo encimera, poder acceder a esa zona del suelo que habitualmente no se limpia, y que siempre hay que realizar en la limpieza pisos en profundidad.
Aprovecha una vez que tengas el suelo limpio para rociar algún spray insecticida.
Puedes realizar la limpieza de ventanas y puerta como te hemos explicado anteriormente.
Una vez terminada la limpieza de paredes, ventana, puerta y electrodomésticos, y que todo haya vuelto a su lugar habitual, tendrás que sacar en orden todo lo que tienes en el interior de los cajones, limpiando bien el interior, con una bayeta que puedes remojar con agua y vinagre de limpieza, alcohol, o agua de amoníaco, aclara, seca y coloca.
Repite la operación con el interior de los armarios.
Por último le toca el turno al techo y puertas de los armarios.
Siempre comienza por la parte del techo, ya que es probable que choree algo de agua y suciedad, utilizando de nuevo ese económico y buen aliado de la grasa que es el amoníaco mezclado con agua templada, ayudada por un estropajo que no raye. Aclara con bayeta escurrida en agua, y seca muy bien.
Si tus muebles son de madera puedes utilizar después algún spray con ceras, o glicerina, que también aumentará el brillo si tus muebles son lacados.
El fregadero y el grifo o cualquier superficie metálica, quedara muy bien si lo limpias con el producto para limpiar la vitro-cerámica.
Para rematar la limpieza de pisos en profundidad también es importante hacer una limpieza de mantenimiento de la tubería del fregadero, echando amoníaco, y dejando el mayor tiempo posible para que disuelva posibles restos de grasa adherida a las paredes, posteriormente echa abundante agua hirviendo. (No te olvides de utilizar una mascarilla para evitar inhalar los vapores).
Como ves, la limpieza pisos en profundidad, es bastante agotadora, y requiere de un tiempo y esfuerzo considerable.
Quizá en este momento ya te estas planteando llamar a alguna compañía de limpieza de casas.
Si es así, no dudes en contar con nosotros. Estaremos encantados de poner a tu disposición nuestra amplia experiencia como empresa de limpieza en Madrid, por mucho menos de lo que te imaginas.
¿Te ha gustado el post? Compártelo en tus redes sociales!