La fachada de un edificio es su carta de presentación. Sin embargo, con el paso del tiempo, van sufriendo debido al polvo, la contaminación y los actos vandálicos. Para devolverle su aspecto, una de las mejores técnicas que existen actualmente es la limpieza de fachadas con chorro de arena.
Un procedimiento que, además de limpiar, puede ayudar a restaurar y a preservar los materiales antiguos sin dañarlos y a preparar la superficie para aplicar nuevas capas de pintura o tratamientos protectores, alargando así su vida útil.
Índice
La limpieza fachadas chorro de arena es una técnica que consiste en proyectar arena a alta presión sobre la superficie de una fachada para eliminar las impurezas, los restos de pintura, el óxido, el moho o la suciedad acumulada.
Un procedimiento que, aunque pueda parecer agresivo, se encuentra altamente controlado y puede adaptarse perfectamente al material a tratar, tanto en la presión como en el tipo de abrasivo.
Un método ideal para fachadas de ladrillo, piedra natural, hormigón o incluso metal, permitiendo trabajar sobre superficies delicadas, como esculturas o elementos ornamentales en edificios históricos, sin dañarlos.
Una de sus principales ventajas de la limpieza de fachadas con chorro de arena es su versatilidad. No importa si lo que quieres eliminar son capas de pintura antigua, manchas de humedad o graffiti rebelde, el chorro de arena puede con todo. Y lo hace sin utilizar productos químicos ni soluciones agresivas. Pero también podemos destacar otras muchas ventajas:
La limpieza con chorro de arena permite eliminar hasta la suciedad más incrustada, tanto la suciedad visible como aquella que se encuentra adherida de forma microscópica.
A diferencia de otros métodos más convencionales, esta técnica llega a todos los rincones, grietas y texturas de la superficie, logrando una limpieza más profunda y homogénea en una única intervención.
Además, en entornos urbanos donde los actos vandálicos suelen ser frecuentes, es muy importante eliminar los grafitis lo antes posible para disuadir nuevos actos.
A la hora de limpiar los monumentos o las fachadas antiguas, el chorro de arena permite eliminar solamente las capas deterioradas o contaminadas, respetando el material original. Por eso, suele ser la opción preferida de arquitectos, restauradores y técnicos del patrimonio.
Una fachada limpia transmite orden, cuidado, seguridad y profesionalidad, cambiando por completo la percepción del inmueble, ya sea en una comunidad de vecinos, un local comercial o un edificio institucional.
Aunque menos evidente, otro de los beneficios más importantes es la prevención de deterioros a largo plazo. Con el tiempo, las fachadas van acumulando humedad, residuos orgánicos, partículas contaminantes y sales que pueden ir deteriorando los materiales poco a poco, pudiendo dar lugar a grietas, desprendimientos y costosas reparaciones.
El chorro de arena elimina esos agentes antes de que empiecen a generar daños. De hecho, muchos expertos recomiendan una limpieza profunda al menos cada dos años para que se mantenga en óptimas condiciones.
La limpieza de fachadas con chorro de arena también puede servir para preparar una fachada vieja antes de pintarla de nuevo.
De esta forma, se eliminan las capas viejas de pintura y cualquier resto que impida una correcta adherencia de la nueva aplicación, evitando así que la pintura se descascare a los pocos meses.
Muchas fachadas cuentan con barandillas, rejas de forja o elementos decorativos metálicos. Con el paso del tiempo, estos materiales van acumulando residuos, perdiendo la pintura y oxidándose.
La limpieza de fachadas con chorro de arena ayuda a eliminar el óxido, decapando los restos de pintura vieja y dejando la superficie lista para recibir un nuevo recubrimiento. De esta forma, es posible recuperar el estado original del metal sin necesidad de reemplazarlo, lo que puede suponer un importante ahorro.
El precio de la limpieza de una fachada con chorro de arena puede costar entre 12 y 20 €/m² dependiendo del tamaño del proyecto, el tipo de abrasivo y la facilidad de acceso. Sin embargo, los beneficios superan el coste con creces, ya que, de esta forma, se la vida útil del edificio, se evitan reparaciones mayores y se mejora el valor comercial del inmueble.
Una inversión que, a medio y largo plazo, puede resultar muy rentable, especialmente si lo comparamos con repintados constantes, limpiezas ineficaces o restauraciones mal hechas.
Antes de contratar este tipo de servicio, es importante tener en cuenta algunos detalles clave:
En definitiva, la limpieza de fachadas con chorro de arena es una solución ideal tanto para recuperar su estética como para protegerla y prepararla para futuras restauraciones. Una técnica potente pero precisa, respetuosa y muy eficaz.