La limpieza de un taller siempre produce una gran pereza por la cantidad de suciedad que se acumula sobre el suelo, paredes, y resto de superficies, pero en Limpiezas Sil te vamos a ayudar con una serie de pasos que te animarán a la hora de mantener la limpieza y el orden en tu negocio.
Puede que te estés preguntando por qué hacer la limpieza de un taller cuando inmediatamente volverá a acumularse cierta suciedad, dada la naturaleza de las actividades que en este tipo de lugares se realiza.
Y aunque así es, y tienes razón, en este post te explicamos las razones más importantes por la que es necesario hacer la limpieza de talleres:
La normativa de seguridad e higiene en el trabajo, obliga a mantener las instalaciones en las que los trabajadores realizan sus actividades laborales en unas adecuadas condiciones higiénicas, incluyendo en este caso la limpieza de talleres en los que realizan su jornada laboral.
Con ello se pretende evitar accidentes provocados por instalaciones en mal estado, deslizamientos y caídas por derrames líquidos, tropiezos, cortes, descargas eléctricas, caídas de objetos en altura, y otros múltiples siniestros que se pueden evitar con el orden y limpieza de un taller.
La razón es que la limpieza de talleres facilita la revisión y observación de las instalaciones, ayudando a una correcta conservación.
La limpieza y el orden es un aspecto fundamental en cualquier tipo de negocio, y precisamente en donde las condiciones de la actividad producen más suciedad, estas tareas se deben hacer con mayor frecuencia para facilitar un buen mantenimiento, y presentar la mejor imagen ante los clientes.
Por último, en instalaciones sin limpieza ni control en las que el espacio está ocupado por máquinas y otros elementos pesados, existen condiciones ideales para la instalación de nidos de insectos y roedores que pueden generar un auténtico riesgo sanitario, razón suficiente para mantener la limpieza de un taller.
Y ahora que ya hemos visto las razones de peso que justifican el por qué de la limpieza en el taller, vamos a ver que pasos, procedimientos y productos son necesarios, y con qué periodicidad realizar cada una de las tareas.
El arrastre de la suciedad con escoba, mopa o equipo mecánico debe ser una tarea como mínimo de periodicidad diaria en la limpieza de un taller, recogiendo además de forma parcial la suciedad generada en cada momento, como puede ser restos metálicos de cortes, esquirlas, trozos de cables, y envases.
Cuando se produce vertido accidental de aceites y grasas, hay que tratar de absorber la mayoría del líquido esparciendo serrín de forma inmediata, recogiendo después los restos compactados con un escobón y un recogedor de forma inevitable en la limpieza de un taller.
Los bancos de trabajo deben mantenerse limpios y ordenados en cada proceso, evitando que herramientas cortantes y punzantes se puedan camuflar entre materiales, para evitar accidentes, y agilizar su localización inmediata.
Así que, tras colocar cada cosa en su sitio, hay que despejar la suciedad en la superficie de trabajo, con ayuda de trapos o elementos rígidos a modo de espátula.
Los disolventes, lubricantes, y otros productos inflamables deben almacenarse en un lugar seguro siempre, colocando aquí los envases con contenido, después de cada uso, dentro de las normas de limpieza en el trabajo.
Los cables de maquinaria deben estar desconectados y recogidos después de su uso, para poder realizar con seguridad la limpieza de un taller cada vez que puntualmente se necesite en un punto, y prevenir todo tipo de caídas y accidentes de los trabajadores.
Dependiendo del tipo de solado, actividad y dimensiones de las instalaciones, puede ser recomendable realizar un barrido húmedo después de cada jornada.
Además de forma diaria hay que retirar todos los envases, productos y restos inservibles en los correspondientes contenedores según establece la clasificación fijada en la actual normativa de gestión de residuos.
En cualquier caso, semanalmente es aconsejable realizar un fregado de suelo, para evitar que la suciedad se incruste de forma profunda, evitando así un esfuerzo mayor cuando se decida hacer la limpieza de un taller.
Para despegar restos de aceites y grasas industriales, hay que adquirir detergentes específicos con quitamanchas activos, para limpieza de talleres e industrias, que permiten su uso tanto con maquinaria manual o pilotada, como para el típico fregado con cubo y cepillo de raíces, o mocho.
Algunos de estos productos de limpieza profesional, además contienen agentes abrillantadores, para conseguir resultados más relucientes en suelos porosos.
Evidentemente la zona de aseos y vestuarios también necesita como mínimo una limpieza en días alternos, utilizando productos desinfectantes como hipoclorito sódico, o detergentes antibacterianos, con especial atención a lavabos, urinarios e inodoros.
Los paramentos alicatados de estas zonas se pueden limpiar con periodicidad mensual, mediante disolución de amoníaco perfumado sobre bayeta, aclarando después con agua, y secando para conseguir brillo.
También es importante prestar la correspondiente atención a la limpieza de oficinas o despachos en los talleres, con el correspondiente barrido y fregado de suelos, y limpieza de mobiliario con bayetas de microfibra humedecidas con ceras o disolución de amoniaco, dependiendo de la naturaleza de cada superficie.
Con periodicidad mensual conviene además utilizar procedimientos para remoción de la suciedad en los lugares de más difícil acceso, como zona bajo estanterías, o recovecos detrás de maquinaria pesada, que se puede realizar con ayuda de sopladoras, y aspiradores industriales.
Además, trimestralmente es aconsejable liberar de posibles telarañas, y polvo los techos, paredes y luminarias dentro de la limpieza de un taller, que al tratarse de elementos en altura requieren de accesorios como pértigas a las que acoplar bayetas para completar este tipo de tareas.
La limpieza de cristales y claraboyas, es otro de los puntos más conflictivos en la limpieza de talleres, ya que habitualmente se encuentran situados en altura, dificultando la tarea, así que, si no se dispone de una pequeña grúa mecanizada o andamiaje adecuado, es mejor dejar este tema a empresas de limpieza industrial.
Esta recomendación es igualmente importante cuando hablamos de la prevención y control de plagas que debe efectuarse habitualmente con carácter semestral, y cuya gestión al igual que la recogida de residuos clasificados se debe encargar a una empresa de limpieza homologada en este sentido.
En Limpiezas Sil contamos con una larga trayectoria y experiencia en limpieza industrial de talleres, garajes, y todo tipo de instalaciones productivas, así que disponemos de la maquinaria, procedimientos y profesionales para realizar todo tipo de cometidos, así que puedes contar con nosotros ahora mismo para obtener presupuesto sin compromiso.